.gif)
Pese varios atentados terroristas que sacudieron la capital siria, Damasco, la ciudad permanece firme y en sus mercados prevalece la normalidad y la calma.
A pesar de los recientes dos atentados terroristas que sacudieron Damasco durante los últimos días, el ritmo de vida no ha cambiado. Las calles están seguras y sus mercados abiertos para los ciudadanos, quienes siguen haciendo su vida como antes.
Han pasado pocos días desde el doble atentado terrorista contra la sede del Comando de Policía de Damasco, que obligó a los ciudadanos a detener sus actividades durante unas horas, para después volver a la normalidad en mercados y calles. Los civiles reconocen que este no será el último atentado, ya que existen varios intentos encaminados a desviar la atención de las consecutivas derrotas de sus autores.
La vida en Damasco es una nueva muestra de que la determinación de los sirios es mucho más fuerte de los planes destinados a aterrorizar a sus ciudadanos con los atentados terroristas que no persiguen ningún objetivo, porque los sirios están determinados a lograr la victoria.
La capital siria presencia un ritmo normal de vida y sus ciudadanos han reiterado su confianza en su Ejército nacional y han afirmado que los atentados cobardes no quebrarán su voluntad de seguir adelante con su vida cotidiana.
Bashar Barazi, Damasco.
diario-octubre.comHan pasado pocos días desde el doble atentado terrorista contra la sede del Comando de Policía de Damasco, que obligó a los ciudadanos a detener sus actividades durante unas horas, para después volver a la normalidad en mercados y calles. Los civiles reconocen que este no será el último atentado, ya que existen varios intentos encaminados a desviar la atención de las consecutivas derrotas de sus autores.
La vida en Damasco es una nueva muestra de que la determinación de los sirios es mucho más fuerte de los planes destinados a aterrorizar a sus ciudadanos con los atentados terroristas que no persiguen ningún objetivo, porque los sirios están determinados a lograr la victoria.
La capital siria presencia un ritmo normal de vida y sus ciudadanos han reiterado su confianza en su Ejército nacional y han afirmado que los atentados cobardes no quebrarán su voluntad de seguir adelante con su vida cotidiana.
Bashar Barazi, Damasco.