Conexión masónica de George Washington y el destino secreto de América

La enciclopedia revisada de la masonería (1966) de Mackey muestra claramente que la membresía de Washington en la orden fue más que simbólica. Washington se inició, en 1752, en la Logia de Fredericksburg, Virginia, y los registros de esa Logia, todavía en existencia, presentan lo siguiente entradas sobre el tema. La primera entrada es así: "4 de noviembre de 1752. Esta noche el Sr. George Washington se inició como un aprendiz inscrito," se recibió el recibo de la fec de entrada, que asciende a £ 23s., FC y MM 3 de marzo y 4 de agosto , 1753. El 3 de marzo del año siguiente, se registra que "el Sr. George Washington" fue aprobado como compañero de arte; y el 4 de agosto del mismo año, 1753, el registro de las transacciones de la noche indica que la Figura 4: 
Delantal masónico satinado blanco bordado con emblemas masónicos de Marquise Lafayette. Regalo del General Lafayettc a Georgc Washingron, 1784. (La Santa Biblia, Edición Carta Roja, Edición Masónica, 1960.) El General Lafayette y el General Washington compartieron no solo una estrecha amistad sino también la membresía en el Craft, un nombre comúnmente usado para la Francmasonería. En dos ocasiones, el general Lafayette presentó delantales masónicos a Washington (ver figura 4). Uno de estos delantales, bordado en sedas de colores por Madame Lafayette, llevaba los emblemas del grado del Real Arco Real. El hecho de que este delantal fue hecho especialmente para Georgc Washington ha llevado a muchas especulaciones de que fue criado en ese grado. Esto puede ser de considerable importancia, ya que el "grado del Real Arco es el grado más destacado y espiritual de la Francmasonería, sin exceptuar el grado de Maestro Masón" (Steinmetz, 1946, 67).

Mientras fue comandante en jefe de los ejércitos estadounidenses durante la Guerra Revolucionaria, Washington asistía con frecuencia a las reuniones de las logias militares. Presidió ceremonias masónicas para iniciar a sus oficiales y frecuentemente asistió a las Comunicaciones de los Hermanos (reuniones de la logia). Washington fue nominado para Gran Maestría de la Gran Logia Independiente, una oficina que rechazó. En 1805, esta logia fue renombrada Alexandria Washington en su honor. Para las autoridades masónicas, la evidencia es clara de que Washington era el dueño de una logia. El testimonio dado por Timothy Bigelow en un elogio ante la Gran Logia de Massachusetts dos meses después de la muerte de Washington indica que la experiencia masónica de Washington fue más que superficial. 
La información recibida de nuestros Hermanos que tuvieron la felicidad de ser miembros de la Logia sobre la que presidió durante muchos años, y de la cual murió el Maestro, proporciona abundantes pruebas de su celo perseverante por la prosperidad de la institución. Constante y puntual en su asistencia, escrupuloso en su observancia de las normas de la Logia, y solícito, en todo momento, para comunicar la luz y la instrucción, desempeñó las funciones de la Cátedra con una dignidad e inteligencia poco común en todos los misterios de nuestro arte. . 
En sus cartas y direcciones a los cuerpos masónicos, Washington repitió su profunda estima por sus principios. En 1797, se dirigió a la Gran Logia de Massachusetts: "Mi apego a la Sociedad de la que todos somos miembros me dispondrá siempre a contribuir con mis mejores esfuerzos para promover el honor y la prosperidad de la Artesanía" (Sachse, 1915). Más adelante en el mismo discurso dijo que la institución masónica era una cuyos principios liberales se basan en las leyes inmutables de la verdad y la justicia y cuyo gran objetivo es promover la felicidad de la raza humana. Sólo trece meses antes de su muerte declaró a la Gran Logia de Maryland: "Hasta donde conozco las doctrinas y los principios de la Francmasonería, los concibo fundados en la benevolencia y ejercitados solo para el bien de la humanidad. Por lo tanto, no puedo, sobre esta base, retirar mi aprobación de ella "(Mackey, 1966, 1095). 
Los historiadores han ofrecido muchas razones por el hecho de que un ejército americano de trapo, liderado por un general que tuvo que ir a la biblioteca para repasar las tácticas de batalla, podría vencer al poder militar más fuerte del mundo. Se han citado muchos factores válidos: la barrera del océano Atlántico, la debilidad del rey Jorge y sus problemas en el país, las tácticas guerrilleras del ejército estadounidense, etc., pero lo que se ha pasado por alto es la influencia de las sociedades secretas, especialmente la francmasonería. , en los líderes de América Algunos historiadores esotéricos (Hall, 1951; Case, 1935) citan que de los 56 firmantes de la Declaración de la Independencia, al menos 50 eran francmasones. Si esto es un hecho o no, no se puede corroborar actualmente, pero la información sustancial apoya que muchos de los reclutadores y hombres alistados en el ejército estadounidense eran masones y muchos practicaron el oficio en las logias milicianas. Según el general Lafayette (un francmasón), Washington "nunca voluntariamente dio un comando independiente a los oficiales que no eran francmasones. Casi todos los miembros de su familia oficial, así como la mayoría de los otros oficiales que compartían su más absoluta confianza, eran sus hermanos del lazo místico "(Morse, 1924, ix). 
La francmasonería le permitió a Washington un mayor control e influencia sobre su ejército. Quienes violaron los secretos militares y masónicos se enfrentaron a la pena de muerte. Manly Hall (1951) y Paul F. Case (1935) informan que 12 de los generales de Washington eran francmasones, y que esto, en parte, explicaba su fuerte lealtad durante las horas más oscuras de Estados Unidos. 
La filosofía subyacente de la Francmasonería ("La hermandad del hombre y la paternidad de Dios") fue la base de la reforma política, religiosa, social y educativa, a la que también se opusieron las monarquías de Europa y las autoridades eclesiásticas. El liderazgo y la participación de Washington con la nave le dieron la confianza de que los secretos militares de Estados Unidos estaban a salvo. Su participación en la Francmasonería, como Maestro de la Logia, le proporcionó más que confianza, porque la función del ritual de la logia era elevar la conciencia del participante. 
Un grupo de francmasones que experimentaron los rituales y las iniciaciones en un estado alterado de conciencia proporcionaron la fuerza y ​​la fortaleza internas para que comprendieran la importancia de la experiencia revolucionaria estadounidense y su significado para la humanidad como un todo. Así, el Océano Atlántico, las tácticas de guerrilla y los conflictos de King George contribuyeron a la derrota del ejército inglés, pero también lo hizo la experiencia masónica. Brindó a Washington la voluntad y la capacidad para derrotar al Rey Jorge cuando el mundo esperaba la derrota de América. 
La participación de Washington en el Consejo Supremo Rosacruz americano está documentada en una cuenta titulada "El Cumplimiento de la Profecía, La Consagración de Washington, El Libertador, El Wissahickon". El Wissahickon, un arroyo en Filadelfia, tiene un significado especial para los Rosacruces. 

Wissahickon es mucho más que una palabra, o el nombre de una corriente, por bella que sea. Para el verdadero americano es sinónimo de una religión mística pura, con la libertad de todas las sectas religiosas, porque fue aquí donde se establecieron los muchos sectarios; con la fundación de la República Americana, porque aquí se concibió la constitución, y aquí se celebró el primer Consejo Supremo Rosacruz americano, aquí estaba Washington, uno de sus Acólitos consagrados, y aquí se formó el Gran Templo de la Rosacruz. Wissahickon la bella y para muchos de nosotros, sagrada como el Ganges es para el hindú. (Clymer y Ricchio, 1972, 
Nuestra Historia de la Atlántida, o los Tres Pasos, describe la parte que los místicos del Wissahickon jugaron en la fundación de América. No puede haber ninguna duda de que Washington conocía y admiraba a muchos de estos místicos y ocultistas (como Peter Miller, que tradujo la Declaración de Independencia a los idiomas europeos, y Conrad Beissel), porque fue Miller quien convenció al general Washington de no colgar uno de los primeros traidores de Estados Unidos, pero para liberarlo a la custodia de Miller. La familiaridad con las políticas de Washington hacia los traidores a la causa estadounidense permite una apreciación de la magnitud del favor de Washington. Parece claro que Washington respetó a Miller y a los místicos del Wissahickon, pero la naturaleza de la amistad sigue siendo un misterio. 
Las opiniones de Washington sobre los Illuminati, sin embargo, son muy claras. Los condenó como "sociedades auto creadas" y les propinó un golpe que los llevó a su desaparición. Cuando se le preguntó si el Iluminismo se había extendido a la Masonería en Estados Unidos, Washington respondió que "no creía que las logias de los francmasones en este país tenían como sociedades, se esforzó por propagar el principio diabólico de los antiguos [Illuminati] o principios perniciosos de el último jacobinismo] "(Sparks, 1848, 11: 577). 
Las inclinaciones metafísicas de George Washington son bastante conocidas; la profundidad de su espiritualidad es menor.Durante el episodio de Valley Forge, su fuerza interior fue quizás el factor decisivo en su capacidad para mantener unido lo que quedaba de su ejército (a quien a veces se refería como sus "soldados cristianos"). Washington pasó mucho tiempo todos los días en oración y meditación. Este hábito suyo es bien conocido, y los grabados de Washington de rodillas bajo los árboles de Valley Forge son comunes. Llevaba su práctica diaria de oración a las vidas de sus soldados, ordenó que se recitaran oraciones en el ejército todas las mañanas, y el domingo, cuando no había capellán disponible, leyó la Biblia a sus hombres y dirigió las oraciones por sí mismo (Heline, 1949) 
Los discursos y la correspondencia de Washington tenían muchos indicios de su naturaleza espiritual. Al escribirle al gobernador Trumbull de Connecticut, Washington confiesa que podía "casi rastrear el dedo de la divina Providencia" a través de esos oscuros y misteriosos días que llevaron a los colonos a reunirse en convenciones, sentando así las bases para la prosperidad, cuando tenía "demasiada razón". temer que la miseria y la confusión vinieran demasiado rápido sobre nosotros ". 

La tradición esotérica reconoce dos profecías relacionadas con Washington. Una es una posible visión que tuvo en Valley Forge, durante la cual un "ángel" le mostró el futuro de Estados Unidos. Otra cuenta es una supuesta profecía india dada a Washington por un antiguo jefe en 1770. Según los informes, el viejo sachem creía que el Gran Espíritu protegía y guiaba los pasos de Washington a través de las pruebas de la vida y que Washington se convertiría en el jefe de muchas naciones de un pueblo aún no nacido, aclamado como el fundador de un poderoso imperio (Lawrence, 1931). 
La tabla astrológica de George Washington calculada para el 22 de febrero de 1732, a las 10:15 a.m., también respalda las inclinaciones espirituales de Washington y un acceso directo a sus mentes subconscientes e inconscientes, haciéndolo propenso a una visión inesperada y una conciencia expandida. En el nacimiento de Washington, el sol estaba en el signo de Piscis, lo que predispone a los nativos a una orientación intuitiva, mística y religiosa. Estas habilidades fueron moderadas y estructuradas por su ubicación lunar en el signo de Capricornio, el signo de estructura jerárquica estructurada, lo que le dio a Washington estabilidad organizacional. La capacidad de tomar ideas abstractas y estructurarlas en un sistema filosófico de vida se muestra en la novena casa, la casa de la mente superior y la filosofía. 
Una influencia de tierra adicional está presente en el creciente signo de Tauro en Washington. Con Taurus como ascendente, el comportamiento del presidente habría sido lento, exhaustivo y paciente. Sin embargo, otra fuerza que dibuja sus ideas místicas en la forma es la luna trinando el ascendente. 
Un místico es alguien que tiene intuiciones o insinuaciones de la existencia de mundos internos y espirituales, y que intenta entrar en comunión consciente con ellos. Un ocultista estudia los aspectos ocultos del ser, la ciencia de la vida o la naturaleza universal. Es alguien que estudia la estructura y las operaciones, así como el origen y el destino del cosmos. El misticismo es un producto del corazón, mientras que el ocultismo es principalmente un producto de la mente. 
Las inclinaciones metafísicas de George Washington eran decididamente místicas más que mentales u ocultas; Washington estaba centrado en el corazón en lugar de centrado en la mente. Las tendencias metafísicas de Benjamin Franklin, en cambio, eran mentales y prácticas. 
Nota del editor de Reverse Spins: Es la creencia de este editor de que los Illuminati finalmente penetraron en los Freemasons en América, pero no hasta la segunda mitad del siglo XIX. Por lo tanto, cualquier comentario de que George Washington y los Padres Fundadores sean parte de una conspiración o un One World Order es superfluo. El fundamentalismo cristiano no comprende los símbolos sagrados utilizados por los albañiles y los padres fundadores. (por ejemplo, el tercer ojo, la pirámide, etc.) 
Aquí hay un enlace cristiano con los discursos y la correspondencia de George Washington siempre que se haga una conexión masónica. George Washington era cauteloso con los fundamentalistas como yo. El mayor enemigo de la religión y la libertad no es el demonio ni la religión de otra persona. Es fanatismo George Washington sabía esto. Por eso fue custodiado en su discurso y cartas. Los fundamentalistas modernos no son diferentes. Aunque este enlace es parcial, Dios lo bendiga por hacer que la información esté disponible. 
"Por muy halagador que sea para la mente humana, y verdaderamente honorable como lo es recibir de nuestros conciudadanos testimonios de aprobación por esfuerzos para promover el bienestar público, no es menos agradable saber que las virtudes más suaves del corazón son altamente respetado por una sociedad cuyos principios liberales deben fundarse en las leyes inmutables de la verdad y la justicia. Agrandar la esfera de la felicidad social es digno del diseño benevolente de una institución masónica, y es muy fervientemente deseable que la conducta de todos miembro de la Fraternidad, así como aquellas publicaciones que descubren los principios que las impulsan, puede tender a convencer a la humanidad de que el gran objetivo de la Masonería es promover la felicidad de la raza humana ". George Washington 
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